Descripción general de la necrosis en el cuerpo humano
Necrosis en la muerte de los tejidos del cuerpo. La necrosis se puede tratar, eliminando el tejido muerto, pero el tejido afectado no se puede devolver a la buena salud.
tipos de necrosis
Un tipo común de necrosis es causado por daño por congelación. Durante la congelación, los tejidos se dañan severamente por el frío y, si la afección no se trata rápidamente, las áreas congeladas se vuelven negras y mueren. Estas áreas negras están necróticas o afectadas por la necrosis y no se pueden curar y generalmente se eliminan durante la cirugía.
Otro tipo de necrosis ocurre cuando se forma un coágulo, como una trombosis venosa profunda (TVP), en un vaso sanguíneo y bloquea el flujo de sangre a un área del cuerpo. Si el flujo de sangre no se restablece rápidamente, el área se queda sin oxígeno y eventualmente muere. Esto generalmente ocurre en las piernas (pero puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo) y puede resultar en la pérdida de tejido debajo del sitio del bloqueo si el vaso sanguíneo está completamente bloqueado.
Causas y factores de riesgo
La necrosis es causada por la falta de sangre y oxígeno al tejido. Puede desencadenarse por sustancias químicas, frío, trauma, radiación o condiciones crónicas que impiden el flujo sanguíneo.Hay muchos tipos de necrosis, ya que puede afectar muchas áreas del cuerpo, incluidos los huesos, la piel, los órganos y otros tejidos.
No siempre es un coágulo o un resfriado lo que conduce a la necrosis, estos son solo ejemplos comunes. Muchos tipos de lesiones pueden causar suficiente daño como para que ocurra la necrosis. La infección puede destruir los tejidos circundantes hasta que se vuelven necróticos, al igual que un trauma como un accidente automovilístico o una caída de una escalera. Cada vez que el flujo de sangre se bloquea en un área, o un área está tan dañada que la sangre no puede fluir hacia y desde ella, es posible que se produzca una necrosis.
Tratamiento
La buena noticia (y la mala) es que un bloqueo completo del flujo sanguíneo suele ser doloroso y, por lo general, lo suficientemente doloroso como para que la persona busque tratamiento de inmediato. El tratamiento puede incluir cirugía para restaurar el flujo sanguíneo o para extirpar los tejidos dañados, antibióticos para prevenir o tratar infecciones, o tratar la quemadura u otros problemas que causaron el daño inicial.