Diagnóstico y tratamiento de la urosepsis
La urosepsis es una afección en la que una infección del tracto urinario (ITU) conduce a una infección sistémica que se propaga por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo. El efecto severo de esta infección sistémica se conoce como sepsis.
Se encuentra que hasta el 25% de las personas que desarrollan sepsis han tenido una infección urinaria como fuente de la afección.
La urosepsis es muy grave y puede convertirse rápidamente en una amenaza para la vida. Incluso con un diagnóstico y tratamiento rápidos, la urosepsis puede convertirse en una infección que es difícil de controlar con medicamentos y tratamiento de apoyo. En los casos más graves, la sepsis puede provocar una falla multiorgánica.
Desarrollo de urosepsis
Una UTI es una infección que afecta una porción del tracto urinario. El tracto urinario incluye los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Una infección en cualquiera de estos puede causar malestar, dolor, ganas de orinar con frecuencia y fiebre.
La mayoría de las infecciones urinarias se consideran infecciones del tracto urinario inferior y afectan la vejiga (cistitis) y la uretra (uretritis). Las infecciones renales (pielonefritis) y de uréter son menos comunes y, por lo general, son más graves y pueden ser potencialmente más dañinas que las infecciones urinarias inferiores.
La identificación temprana de una ITU, junto con el tratamiento adecuado, es la mejor manera de prevenir la urosepsis. Es posible desarrollar urosepsis sin tener primero síntomas de una ITU o buscar tratamiento.
Síntomas de ITU
Hay signos y síntomas comunes de una UTI, y puede experimentar cualquier combinación de ellos. Por ejemplo, algunas personas pueden tener fiebre, mientras que otras pueden sentirse normales pero pueden notar un cambio en la apariencia de su orina.
Los signos y síntomas más comunes de una UTI incluyen:
- Ardor al orinar
- Dolor pélvico o presión
- Orina con olor fuerte
- ganas frecuentes de orinar
- orina descolorida
Los síntomas de la urosepsis son similares a los síntomas de la sepsis y pueden incluir fiebre, frecuencia cardíaca rápida, hipotensión (presión arterial baja), respiración rápida y dificultad para respirar.
Factores de riesgo para la urosepsis
Cualquiera que tenga una UTI puede desarrollar urosepsis, pero ciertos factores pueden hacer que sea más probable.
Estos factores aumentan el riesgo de urosepsis:
- someterse a una cirugía
- Sistema inmunológico debilitado
- Tener un trasplante de riñón
- Enfermedad crónica
- Diagnóstico reciente de ITU
- Historia de ITU recurrente
- Historia de la urosepsis
- Trastornos del tracto urinario
- Edad avanzada
- Diabetes
- Cateterismo frecuente
- Cateterismo reciente
- Incapacidad para vaciar completamente la vejiga
- Catéter permanente (a largo plazo)
Por qué la urosepsis es más común después de la cirugía
Hay múltiples razones por las que la urosepsis es común después de la cirugía. Es posible que tenga un catéter urinario colocado durante la cirugía y que permanezca colocado durante horas o días después del procedimiento.
La colocación del catéter se realiza mediante una técnica estéril. Sin embargo, un catéter es un cuerpo extraño, lo que significa que es susceptible a la contaminación bacteriana.
Ciertos tipos de cirugía aumentan aún más el riesgo de infección. La cirugía que se lleva a cabo en las vías urinarias o cerca de ellas aumenta el riesgo de una infección urinaria o urosepsis posterior. Se sabe que las cirugías como los trasplantes de riñón, las cirugías de próstata y las cirugías de vejiga aumentan el riesgo de urosepsis.
Tratamiento
Si desarrolla una UTI o urosepsis mientras tiene colocado un catéter urinario, es probable que le retiren el catéter y lo reemplacen por uno nuevo (si todavía lo necesita). El catéter que se retira puede enviarse al laboratorio para identificar el tipo de infección.
En todos los casos, la terapia con antibióticos es necesaria para tratar la urosepsis. A veces se realizan cultivos de sangre y sensibilidad para determinar qué antibióticos serán más efectivos. La mayoría de las personas experimentan una mejoría de los signos y síntomas dentro de las 72 horas posteriores a la terapia con antibióticos.
Es posible que se necesite una ecografía, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética nuclear (RMN) para identificar el origen de la infección.
El tratamiento de la urosepsis depende en gran medida de la gravedad de la enfermedad. Si tiene síntomas menores, es posible que reciba un tratamiento eficaz en casa con antibióticos.
Sin embargo, la urosepsis puede progresar a shock séptico. Si tiene signos de esta complicación, que pueden incluir confusión e insuficiencia orgánica, es posible que deba ser admitido en la Unidad de Cuidados Intensivos. El tratamiento puede incluir antibióticos por vía intravenosa, control de la presión arterial y ventilación asistida.