Cavitación Estética: Ultracavitación
¿Qué es la cavitación?
La ultracavitación, también llamada «liposucción o lipoescultura sin cirugía«, es uno de los tratamientos que más se ha popularizado en la medicina estética actual, el mismo está basado en la utilización de un tipo especial de ultrasonido.
Es utilizado para adelgazar y modelar el cuerpo mediante la reducción de grasa y celulitis, que es eliminada fácilmente a través de la orina y las heces.
Lo que más llama la atención de este tratamiento, y su principal ventaja, es que reduce la grasa como una liposucción pero sin requerir dicha cirugía. Así, la ultracavitación se presenta como un modo de reducción de adiposidad a nivel celular, evitando que vuelva a formarse fácilmente, de modo indoloro y totalmente no invasivo.
¿Para qué sirve la ultracavitación?
La ultracavitación se indica en el tratamiento de adiposidad localizada y celulitis en abdomen, flancos, caderas, glúteos, piernas y brazos, logrando una remodelación del contorno corporal. Cabe destacar que nunca se aplica en grandes masas adiposas. En general se utiliza complementando otros tratamientos y dietas alimenticias.
Como efecto consiguiente de la reducción de grasa, mejora visiblemente la textura de la piel con rejuvenecimiento de la zona tratada.
También se utiliza para la mejoría de otras situaciones como hematomas, procesos fibróticos (cicatrices) y ciertos tipos de edema (retención de líquido).
Si bien la ultracavitación se trata de un método no invasivo y es considerado seguro, nunca debe aplicarse en presencia de: infecciones en actividad de la zona a tratar; prótesis metálicas subyacentes; y embarazo o período de lactancia.
Tampoco se puede aplicar en la zona de abdomen inferior en pacientes portadoras de DIU. Otras zonas donde no se utiliza la ultracavitación son: el cuello, la cabeza, la cara y el tórax (especialmente en zona precordial).
¿Cómo es un tratamiento de ultracavitación?
Si bien este método presenta resultados visibles ya desde la primera sesión, se suelen indicar entre 6 y 12 sesiones de acuerdo a la necesidad de cada paciente. Dado que el método no debe utilizarse en pacientes con grandes masas adiposas, nunca se indicarán más de 15 sesiones. Cada aplicación dura entre 4 y 20 minutos, según la zona a tratar, y debe mediar entre cada sesión entre 7 y 10 días.
Es de suma importancia que la persona tratada ingiera un mínimo de entre 1,5 y 2 litros de agua durante el día de la sesión (esta cifra no incluye infusiones, jugos y otras bebidas). A su vez, cada aplicación se complementa con una sesión posterior de drenaje linfático, preferentemente manual y, eventualmente, con botas de presoterapia. Esto sirve para facilitar la movilización por vía linfática de las grasas liberadas en el procedimiento de la ultracavitación.
Además de acompañar el tratamiento con una alimentación sana (e hipocalórica, si es necesario), es ideal que el paciente realice actividad física aeróbica para fortalecer la musculatura regional y obtener un mejor resultado.
Muchas veces si ya existe flacidez en la piel, al disminuir la grasa subyacente, ésta puede magnificarse, por lo que se sugiere el uso de exfoliación y cremas nutritivas para mejorar su aspecto.
También se puede complementar el tratamiento de ultracavitación con aplicación de vendas, ondas rusas, ondas interferenciales, mesoterapia y otros tratamientos según la evaluación efectuada por el profesional médico en la consulta inicial.
Según la experiencia de algunos profesionales, se logran mejores resultados aplicando radiofrecuencia posteriormente a la ultracavitación, ya que optimiza la movilización de grasas por vía linfática para su ulterior metabolismo y excreción. Como beneficio adicional, se aprecia una mejoría en la tensión de la piel.
¿Cómo se aplica la ultracavitación?
En una sesión de ultracavitación la paciente debe estar recostada sobre una camilla y el profesional médico encargado de aplicar el tratamiento cumple los siguientes pasos:
- Limpieza de la zona a tratar para liberarla de todo producto graso (grasitud propia de la piel, cremas, etcétera).
- Colocación de un gel neutro o crema de base acuosa para producir una interfase adecuada a la transmisión del ultrasonido.
- Regulación de la potencia del ultracavitador.
- Aplicación del cabezal en la zona a tratar realizando suficiente presión como para que toda su superficie esté en contacto con la piel. Se efectúan pequeños movimientos de deslizamiento en forma permanente y recorriendo toda la zona elegida.
Cuando se trabaja en abdomen se “pinza” el panículo adiposo y se trabaja transversalmente ya que, en teoría, se puede llegar hasta la grasa visceral.
Normalmente, el paciente percibe una ligera vibración o crepitación y una leve y agradable sensación de calor local.
Beneficios y ventajas de la cavitación
A continuación nombraremos y explicaremos los principales beneficios de la ultracavitación:
Elimina las masas de grasa localizada
Este tratamiento es ideal para mujeres (y también hombres, claro) que poseen depósitos de grasa en determinadas áreas, en general siendo el abdomen (lateral y central), flancos, caderas, glúteos y piernas.
Creemos muy beneficioso el método que utiliza para la eliminación de grasa, aplicando ondas sonoras (nada químico), y apostando por el metabolismo del organismo. Cabe recordar que la cantidad de adiposidad acumulada debe ser moderada, ni muy grande ni muy pequeña.
Reduce la celulitis o piel de naranja
Así como con la ultracavitación se reducen grasas localizadas, también reduce la adiposidad en forma de fibrosis que se encuentran, en general, en las piernas y glúteos de las mujeres. Esto lo logra estimulando la circulación sanguínea y la generación de colágeno, esencial para un mejor aspecto de la piel. Así, el tratamiento logra reducir un tanto el grado de “pozos” en la superficie de la dermis, obteniendo una piel visiblemente más lisa y tonificada.
Modela el cuerpo
Las zonas a tratar, donde se acumulan las adiposidades, son difíciles de modelar con dietas, rutinas de ejercicio y/o tratamientos estéticos, pero la ultracavitación es un método totalmente seguro, no invasivo ni doloroso de lograr ese objetivo. Reduciendo la grasa que se encuentra localizada en ciertas áreas, se logra perder varios centímetros del contorno corporal y obtener una silueta más armónica del cuerpo.
Rejuvenece la piel de la zona tratada
En la mayoría de los casos, la piel que está por encima de zonas de acumulación adiposa luce irregular y flácida, dándole un aspecto semejante a la del envejecimiento. Con la ultracavitación, ya que estimula la creación de nuevo colágeno, se logra una piel visiblemente más tersa, regular, lisa y joven.
Sin cirugía
Este es uno de los beneficios más fundamentales de la ultracavitación, y una de las razones por la que se ha hecho tan popular. Lleva a, más o menos, los mismos resultados que una intervención quirúrgica como la liposucción o lipoescultura pero sin la necesidad de pasar por el bisturí.
Así los pacientes se libran de tener que, además de pagar un altísimo costo monetario, pasar por la experiencia de la anestesia, por la intrusión de objetos extraños, el tiempo de recuperación, el dolor, y todas las desventajas que conlleva una cirugía.
Resultados visibles desde la primera sesión
Si bien esto no pasa en todos los casos, muchas personas que se han sometido a la ultracavitación afirman ver resultados reales, tales como la reducción de varios centímetros o la mejora de la piel, desde la primera sesión de tratamiento, los cuales se van incrementando a lo largo de las siguientes sesiones.
Esto ayuda mucho a que los pacientes lleven a cabo el tratamiento entero, ya que muchos procedimientos no parecen dar resultados rápidos y eso hace que dichas personas los abandonen y se pierdan de la oportunidad de experimentar los efectos reales del tratamiento.
Es completamente indoloro
Muchos tratamientos estéticos conllevan diversos niveles de dolor, lo cual se convierte en una gran desventaja y desmotivación para el paciente. La ultracavitación no provoca dolor alguno, ni durante la sesión ni en la posterioridad de la misma, ya que no acude a métodos invasivos ni “violentos” (como sería el caso de una liposucción, por ejemplo).
No deja marcas
Con “marcas” nos referimos a hematomas, cicatrices, pinchazos, etcétera, que ocurren en muchos procedimientos estéticos, como en la liposucción, mesoterapia y cualquier tratamiento invasivo. La ultracavitación no deja ninguna de ningún tipo, lo cual creemos muy beneficioso sobre todo a la hora de salir a la calle y en la vida cotidiana, en donde dichas evidencias del tratamiento pueden llamar la atención de otros o generar vergüenza al paciente.
No requiere de pruebas de alergia
Estas pruebas (tales como cuando se prueban nuevas tinturas de cabello) son generalmente para tratamientos que utilizan ciertos tipos de cremas y ácidos, de los cuales la ultracavitación está totalmente libre. Por ello, el tratamiento es prácticamente aplicable a todas las personas, salvo en los casos de las contraindicaciones.
No es invasiva
Esto quiere decir que no conlleva ningún tipo de inserción de objetos extraños dentro del cuerpo del paciente, incluyendo (o excluyendo, mejor dicho), jeringas, bisturíes, cánulas, etcétera, como se utilizan en mesoterapia (superficial y profunda), liposucción, lipoescultura, MELA (Mini Escultura Lipídica Ambulatoria) y hidrolipoclasia ultrasónica, entre otros tratamientos estéticos. La ultracavitación trabaja totalmente por fuera de la superficie corporal de los pacientes.
No conlleva efectos secundarios
La ultracavitación tiene efectos bien delimitados y beneficiosos. Las investigaciones y experiencias del tratamiento no han arrojado, aún al menos, conclusiones sobre posibles efectos secundarios que afecten al paciente luego de la aplicación del procedimiento.
Sin riesgos
El tratamiento de la ultracavitación, llevado a cabo en pacientes aptos, no conlleva ningún tipo de riesgo, como ser infecciones, por ejemplo. Para asegurarse de esto, tanto el profesional médico como el paciente deben estar seguros de que este último no esté incluído dentro de las contraindicaciones del procedimiento, ya que en ese caso sí podría haber riesgos, y no menores.
No requiere reposo
Las personas que se someten a la ultracavitación entran al consultorio caminando y salen de la misma manera; no necesitan de alguien que los acompañe luego del procedimiento y pueden llevar a cabo perfectamente sus vidas cotidianas durante el período de tratamiento sin sentir dolor ni cansancio. De hecho, durante dicho período se incita a los pacientes a hacer ejercicio físico, lo cual mejora mucho los resultados obtenidos.
Sesiones relajantes
La aplicación del ultrasonido produce una sensación muy agradable en la zona tratada, que contagia al paciente a un estado de relajación casi total. Esto nos parece muy beneficioso ya que, muchas veces, los tratamientos estéticos pueden ser un tanto traumáticos, productores de nervios o simplemente dolorosos e inconfortables.
Resultados de la ultracavitación – Fotos Antes y después
Como principales resultados de la ultracavitación podemos nombrar tres: la reducción de adiposidad localizada, la reducción de celulitis y una mejora visible de la piel.
Reducción de la grasa localizada
El principal resultado de la ultracavitación es la reducción de grasa acumulada en ciertas áreas. Las zonas localizadas que más propicias son para juntar adiposidad son, en las mujeres, el abdomen, los flancos, las caderas, los glúteos, y las piernas, mientras que en los hombres son el abdomen y los flancos.
Es importante destacar que este tratamiento sirve sólo para adiposidad localizada, no para grandes masas adiposas.
Reducción de celulitis
La celulitis o piel de naranja es algo que preocupa a todas las mujeres. Si bien es imposible eliminarla de raíz, el tratamiento de ultracavitación logra muy buenos resultados en su disminución.
Mejora visible de la piel
Muchas veces, cuando existen masas adiposas, la piel luce muy dispareja. El tratamiento de la ultracavitación mejora visiblemente la piel, dándole un aspecto más liso y firme, teniendo en cuenta que se relaciona con los otros dos efectos principales del tratamiento: al disminuir la adiposidad localizada y la celulitis, el cuerpo adquiere una superficie más uniforme y armoniosa.
¿Cuánto vale un tratamiento de cavitación/ultracavitación?
Precios en España
Habitualmente en las clínicas y centros de estética se recomienda realizar un tratamiento completo para combatir la celulitis. Esto consiste en 10 sesiones de cavitación ultrasónica espacias cada 3 ó 4 días, de modo que en aproximadamente un mes se complete.
El precio por sesión de 45 minutos de cavitación en Madrid está alrededor de los 70 €, pero sube a 110 € si incluye a continuación media hora de presoterapia y quizás un tercer tratamiento .
En Marbella o Barcelona el precio del tratamiento es algo más caro, unos 130 € por sesión. Evidentemente hay centros más baratos con ofertas que ofrecen 10 sesiones por 300 ó 400 € y otros como Oxygen en Barcelona en los que la hora y media que dura la sesión puede llegar a costar 180 €. En el extremo opuesto tienes ofertas de última hora como las que lanzan Groupon y Offerum, que entre sus promociones de ocio tienen a la venta bonos de cavitación estética ultrasónica con unas condiciones muy ventajosas.
¿Cómo funciona la ultracavitación? ¿Qué es el ultrasonido?
Hay una serie de características del sonido que es conveniente recordar. Lo primero es que posee una frecuencia (número de vibraciones por segundo), que se expresa en Hertz. El sonido, además, posee una potencia medible en Watts. Se caracteriza también por transmitirse mejor en medios líquidos, pero cuanto mayor es su frecuencia, menor es dicha capacidad de transmisión.
Cuando esta frecuencia supera los 25000 Hz, no resulta audible y es llamado ultrasonido.
La ultracavitación funciona a partir de la emisión de ondas sonoras especiales: el ultrasonido. Los límites de la audición humana, estudiados por Galton en 1883, están fijados de 20 Hz a 20000 Hz. Las ondas ultrasónicas son vibraciones sónicas que superan los 25000 Hz, producidas a través de transductores piezoeléctricos.
El transductor tiene la virtud de que cuando se aplica una corriente eléctrica adecuada a ese material, éste transforma esa energía en vibraciones mecánicas equivalentes a la frecuencia aplicada, produciendo ondas de presión acústica.
Los ultrasonidos utilizados en medicina estética son de 3 Mhz, actuando sólo a nivel de tejido conjuntivo y adiposo sin tocar otros tejidos. Así, producen cambios térmicos, mecánicos y químicos generando efectos lipolíticos (destrucción de células grasas) y antifibróticos (mejoría en cicatrices y celulitis). Debe destacarse que los equipos para uso cosmético son de bajas potencias, a diferencia de los de uso médico que son de potencias altas.
Las ondas ultrasónicas, al atravesar los tejidos, sufren una atenuación, es decir, una pérdida de energía. A mayor frecuencia, mayor es la vibración, pero menor será la profundidad del efecto. Esto quiere decir que el ultrasonido va disminuyendo su acción en función de la profundidad de los tejidos. Por ejemplo, 3 Mhz tendrá una profundidad de 25 mm aproximadamente (nivel del tejido celular subcutáneo y por eso utilizado en medicina estética), mientras que 1 Mhz tendrá 75 mm de profundidad (utilizado en kinesiología).
La acción terapéutica del ultrasonido depende de si se utiliza solo o combinado:
- Ultrasonido solo: se aplica con gel lipolítico obteniéndose buenos resultados en piel de naranja y pequeñas adiposidades localizadas.
- Ultrasonido y mesoterapia: la interacción potencia sus efectos individuales.
- Hidrolipoclasia ultrasónica: se aplica energía ultrasónica luego de infiltrar la zona con medios líquidos (solución fisiológica o agua destilada con o sin componentes lipolíticos y lidocaína) para disolver la grasa que se eliminará por vía linfática.
- Lipoescultura ultrasónica externa (MELA: Mini Escultura Lipídica Ambulatoria): se aplica ultrasonido luego de infiltrar la zona con una solución específica y finalmente se lipoaspiran pequeñas cantidades de tejido graso.
La ventaja de la ultracavitación sobre todos estos tratamientos es la optimización de los resultados sin recurrir a procedimientos invasivos.
¿En qué consiste la ultracavitación?
La ultracavitación resulta de la utilización de un rango especial de ultrasonido, con una frecuencia diferente, entre 37 y 42 khz, para actuar selectivamente a nivel del adipocito (célula grasa) sin afectar otros tejidos.
Al usar una frecuencia de vibración específica, y con la potencia adecuada para el tejido adiposo, se pone en resonancia las moléculas de sus células, generando micro burbujas en su interior que colapsan e implosionan, rompiendo sólo los adipocitos en forma selectiva y no otras células.
Esta implosión, además de producir el estallido de los adipocitos rompiendo su membrana celular, produce también rotura parcial de las grandes moléculas que están en su interior, incluyendo las grasas.
Éstas normalmente están almacenadas dentro de los adipocitos como triglicéridos y ellos son los que en este caso se liberan al espacio entre las células, algunos enteros y otros fraccionados por efecto de esta ultracavitación. Los productos resultantes de la destrucción de los adipocitos se absorben por el sistema linfático, y no por el venoso por lo que no existe el riesgo de embolias, y se metabolizan en el hígado (como ácidos grasos libres y glicerol) junto con las demás grasas de la alimentación. Posteriormente, se eliminan por orina y materia fecal.
Es de destacar que los vasos sanguíneos del área tratada no se ven comprometidos dado que su estructura, al ser elástica, es capaz de soportar el efecto de la ultracavitación sin ser alterados. Por esto, no existe riesgo de aparición de hematomas luego de cada aplicación del tratamiento.
Contraindicaciones y riesgos de la ultracavitación
Podemos enumerar las siguientes condiciones y sus consiguientes riesgos:
Embarazadas y período de lactancia
Dado que el ultrasonido utilizado en la ultracavitación puede afectar al producto de la gestación, se trata de una contraindicación absoluta. En el caso de la lactancia, se debe a la movilización de grasas que pueden alterar el contenido de la leche materna.
Infecciones en actividad de la zona a tratar
Puede tratarse tanto de infecciones cutáneas como en el tejido celular subcutáneo. Además de que el tratamiento de la ultracavitación resultaría doloroso sobre un tejido infectado, se corre el riesgo de que así como se eliminan los productos grasos por la vía linfática también se disemine el proceso infeccioso por la misma vía.
Es necesario entonces que la infección esté totalmente curada para poder implementar el tratamiento.
Hepatitis e Hígado graso
En ambas condiciones se encuentra comprometido el funcionamiento hepático en diferentes grados. Como el hígado es el lugar de metabolización de los productos grasos (ácidos grasos y glicerol) movilizados por la ultracavitación, el órgano puede no encontrarse en condiciones de procesarlos, resultando por lo tanto insuficiente para esto y a la vez pudiendo ser más dañado el tejido hepático.
Hipercolesterolemia y otras dislipidemias
Estas condiciones médicas son uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por ello, si una persona con algún tipo dislipidemia se expone a este tratamiento puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto o accidente cerebrovascular.
Prótesis metálicas subyacentes
Las ondas ultrasónicas utilizadas en la ultracavitación generan calor y éste se puede transmitir a cualquier estructura metálica que se encuentre por debajo de la zona tratada y producir quemaduras internas.
Por ejemplo: en el caso de un reemplazo parcial de cadera, no puede tratarse la zona del pantalón de montar. Esto mismo se aplica a cualquier material de osteosíntesis (clavos o tornillos utilizados en fracturas).
DIU (Dispositivo Intrauterino)
El riesgo principal de la ultracavitación en pacientes con DIU es la descolocación del mismo y su consiguiente pérdida de efectividad anticonceptiva.
Por lo tanto, en dichas pacientes no debe aplicarse el tratamiento en abdomen inferior, cadera, cintura ni glúteos. Si bien está contraindicado en principio, las pacientes pueden consultar con su médico ginecólogo acerca de la conveniencia de realizar este tratamiento.
Marcapasos y otros dispositivos electrónicos implantados
Existe la posibilidad de que si pacientes que portan dichos dispositivos se someten a tratamientos de ultracavitación, estos puedan afectar el funcionamiento de dichos equipos, comprometiendo seriamente la vida del paciente.
Problemas renales
Sabemos que una de las vías finales de excreción de los desechos del metabolismo graso, producidos por la ultracavitación, es la orina. Por esto, en pacientes cuya función renal está disminuida, así como no pueden eliminar correctamente otras toxinas producidas en el organismo, tampoco podrán excretar los productos de dicho tratamiento.
Esto llevaría a una acumulación en sangre lo que acarrearía a un aumento de los valores de los lípidos en la misma.
Diabetes no controlada
El metabolismo de los hidratos de carbono y las grasas está íntimamente relacionado. Por eso en las personas con diabetes, también está comprometida la capacidad de procesar las grasas. En los casos de estos pacientes que se aplican un tratamiento de ultracavitación, existe la posibilidad de aumentar el grado de descompensación diabética.
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es el aumento de la función tiroidea, que es la responsable de la regulación del metabolismo basal del individuo, el cual puede llegar a estar incrementado hasta en un 80%. Así como a muchas de estas personas se les indica no realizar actividad física, tampoco se les puede indicar el tratamiento de ultracavitación, ya que conllevaría una sobre exigencia al metabolismo del cuerpo y a una gran descompensación.
Procesos neoplásicos
Los procesos neoplásicos o cáncer tienden a diseminarse (metástasis) por vía linfática. Ya que la ultracavitación promueve una mayor circulación linfática por la presencia de los desechos grasos generados, existe en dichos pacientes un riesgo potencial de aumentar también la diseminación de las células neoplásicas.
Niños y adolescentes
En el caso de niños y adolescentes hay que tener en cuenta que los depósitos grasos son utilizados como energía para el crecimiento. En los casos que estos depósitos lleven a un sobrepeso importante del sujeto, el tratamiento que corresponde se basa en la reeducación alimentaria y actividad física, nunca en la aplicación de tratamientos por fuera de estas indicaciones.
Por otro lado, en esos casos, la ultracavitación sería inútil e inadecuada, ya que sólo se utiliza en casos de adiposidad localizada.
Várices severas y trombosis venosa
Normalmente la movilización de toxinas se hace por vía venosa y linfática. En presencia de várices severas, la vía linfática tiene una mayor participación para compensar la insuficiencia venosa. Como la ultracavitación utiliza la vía linfática para el transporte de los productos grasos de desecho, en dichos pacientes se estaría sobrecargando dicha vía. En el caso de las trombosis venosas, la situación es mucho más severa ya que, en general, cursa además con una infección de la zona.
¿La ultracavitación sirve en los hombres?
Si bien existe la idea de que las mujeres se interesan más por su aspecto que los hombres, y que por ello recurren más a tratamientos de estética, la realidad actual muestra que cada día los hombres acuden más a la consulta con idénticos fines que la mujer.
La ultracavitación es igualmente eficaz en hombres y en mujeres. Lo que difiere son las zonas a tratar, ya que la diferencia biológica de hormonas hace que la adiposidad se acumule en diferentes zonas según el sexo. Así como en las mujeres la grasa se localiza en abdomen y flancos, pero fundamentalmente en caderas, glúteos y muslos, la distribución en los hombres es preponderante en abdomen y flancos. De ahí que la utilización de la ultracavitación se encuentra restringida a esas localizaciones.
En hombres con sobrepeso puede desarrollarse ginecomastia (aumento de la zona mamaria) por acúmulo graso. Esta ubicación no es pasible de ser tratada con ultracavitación por la proximidad de la zona precordial, ya que podría comprometerse la grasa que recubre el corazón en condiciones normales.